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2 jun 2004

El señor apodíctico que duerme en mi cabeza
Discute con el gato verde que da saltos perezosos por ese mismo espacio.
Es un viejo vanguardista aguerrido, endurecido y enfurecido por las batallas de antaño,
Que siente nostalgia de todas las dictaduras caídas
Pronuncia (al despertarse) teoremas, apotegmas absurdos e irrefutables.

El gato verde nunca se da por convencido.
Apenas si escucha, cambia de color
Aunque sigue siendo el gato verde de siempre.
Se muestra tan absurdo como el otro, en su silencio aforístico.
La ventaja que lleva al señor apodíctico es que simplemente no se toma en serio.

***

The apodictic man who sleeps in my head
Argues with the green cat who leaps lazily in that same space
He is a battle-weary vanguardist, hardened and enraged by battles of yesteryear
Who feels nostalgic for fallen dictatorships
He pronounces (upon awakening) absurd, irrefutable theorems

The cat is never convinced
He hardly listens, he changes color
Although he's always the "green cat"
He's as absurd as the other one, in his gnomic silence
His advantage is that he simply doesn't take himself seriously

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