A translation of a poem of Barbara Guest, "Gravel," from "Moscow Mansions." Not perfect by any means, but the poem shines through:
La grava
“La grava suena como nieve cuando un coche
la atraviesa crujiendo como nieve,
mas contiene un palo para saltar
si hubiera saltos aquí en invierno.”
La grava
es severa, no obstante. Una asperidad. Un erizo,
ni siquiera una tos como jaspe veteado
ni harina de maíz descuidada ni la superficie
adorable del pórfido ni una frente de marfil
con rizos de encaje; algo así como portuguesa.
De ninguna manera un suelo de guijarros
ni el oscuro sabor del musgo.
La grava es una costumbre que vuelve a repetirse;
y me desagradan mis propias actitudes
como los nativos en invierno o principios de de
verano antes de que la luz anaranjada
empiece a ensombrecerme con los demás;
entonces nuestros brazos no se debatirán
tan completamente como la grava.
Cuando nos caigamos no se no doblerá la rodilla;
rodearemos en la hierba sobre la humedad de las cadencias;
unos caminos serenos a la luz de la luna
pasarán por soto y umbral con una pequeña risotada
hacia lo que antes hacía daño.
Ecribía él
que aguardaba aquel color anaranjado
más fuerte que el egoísmo gris de la lluvia;
los paraguas de la casa del párroco
mandan emisarios de los propietarios
de la grava.
Cesta del “Art Brut.”
¿Que es “Art Brut” sino grava?
“La grava me revienta
el cristal del oído,” agregó. Un hombre tira grava
contra la ventana de su amada. Baja ella para saludarlo
debajo de la ventana con su herida de grava.
Ella tambíén será el blanco de su puntería.
En la grava
no hay consuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario